viernes, 1 de agosto de 2014

LO QUE EL MUNDIAL NOS DEJÓ...

No pasó ni un mes desde que terminó el mundial y ya parece historia vieja. Quedan aún algunos resabios de él en la incertidumbre de si Sabella seguirá al frente de la selección o no o la reciente partida de “Don Julio”.


Pero este mundial me dejó algo más que una alegría por el subcampeonato. Me dejó ver que la forma en que somos como sociedad, se ve reflejada en todos los aspectos, aún en el fútbol.

En un primer momento pudimos reconocer dos tipos de argentinos: el optimista que ya desde la ceremonia de apertura sentía que íbamos a ser campeones, y el pesimista que no creía ni en el equipo, ni en el técnico ni en Messi.

Los partidos pasaban y Argentina ganaba… los optimistas se llenaban de ilusión y los pesimistas no hacían más que ir por ahí pinchando globos, porque el argentino es así: si él no está contento, no puede estar contento nadie. Es así como a la menor expresión de esperanza aparecían los: “No te hagas ilusiones, de octavos no pasan”, y las críticas… al arquero, a Agüero, a Higuain, al equipo, escuchamos los primeros rumores de que Messi manejaba todo, que Sabella no sabía nada, que no escuchaba a los jugadores…

Llegaron los octavos de final y el mundial ya parecía una sucursal de “Carlito’s”… estaba lleno de panqueques! Los que ayer criticaban al DT hoy lo halagaban, los que cuestionaban dónde estaba Messi, ahora repetían infinitas veces sus golazos… pero el argento se las sabe todas, entonces los pesimistas más acérrimos seguían pinchando globos y escupiendo asados.

Pasamos a cuartos y aún cuando ya teníamos algunas bajas, la esperanza de la copa cada vez tenía más fuerza. Y la ilusión de romper con la maldición crecía cada vez más.
En Facebook los 40.000.000 de DTs hacían conjeturas, abundaban las críticas y las recomendaciones… y es que claro, sentado atrás de un teclado, cualquiera arma un equipo y mete goles. 
Se multiplicaban los comentarios que hablaban de que “la habíamos tenido fácil”, que habíamos jugado con equipos amateur… A ver, señoras y señores, esto es un MUNDIAL, los equipos amateurs no clasifican!! Y si están jugando un mundial por algo es no? Taaaaaan mal no deben de jugar!!


Después estaban los “ya los quiero ver cuando jueguen con equipos serios, como la gente”, y yo leía eso y pensaba: “Equipos serios como quiénes? Inglaterra? Italia? España? Bélgica? Suiza? Ah nono, cierto que esos ya estaban afuera!”
Quizás se referían a equipos serios como Holanda… pero a esos les ganamos… o serios como Brasil… que no saben qué se 7…


Y es que así fue como salieron a relucir las dos mayores y peores cualidades del Argento: la soberbia y el gataflorismo. El Argento SIEMPRE pero SIEMPRE sabe todo, es un multiexperto. Y NUNCA pero NUNCA está conforme. Con NADA. Si ganamos, si perdimos, si hacemos goles, si no hacemos goles, si nos hacen goles, si atacamos, si defendemos… Nunca nada está bien. Y siempre la opinión resolutoria, quién la tiene? Pues claro hombre! EL ARGENTO!

Llegamos a semifinales habiendo hecho historia y roto una racha de 24 años sin llegar a esa instancia… y salieron de debajo de las piedras los arrepentidos de siempre. Esos que después de casi un mes derrochando soberbia y críticas por doquier, tuvieron un momento de lucidez y se dieron cuenta de que quizás… tal vez… en una de esas… la pifiaron en algo… alguito nomás. Y como veían que las chances de ganar eran altas y tenían ganas de festejar si eso pasaba (porque al argento SIEMPRE le gusta ganar) y si seguían tirando pálidas no daba, en un arrojo de valentía expresaron al mundo su reconocimiento por la labor de la selección, por la dirección de Sabella y la calidad del equipo. Algunos hasta se disculparon! Momento histórico.

Llegamos a la final y todavía estaban los que descreían del equipo, los que seguían tirando pálidas, los pesimistas e inconformistas de siempre. No podían ver que aunque no fuera la copa, Argentina ya había ganado… porque había vuelto la alegría, la confianza, el respeto, la ilusión… Cuando hablábamos de una Argentina finalista ya no teníamos que hacer referencia a un partido allá lejos y hace tiempo… La Argentina finalista era ÉSTA, la de Messi, Agüero, Di María, Romero y Mascherano... el genio y grosso de Mascherano!!! Era la Argentina de las sorpresas, las gratas sorpresas.



Así fue como Argentina jugó, pero no ganó la Copa del Mundo. Y el gataflorismo se exacerbó. Porque si la selección ganaba, ganábamos todos, y si perdía, perdían ellos… porque el Argento nunca pierde. Aún así la gente salió a festejar, y no faltaron los cabeza de pajarito (con todo respeto a las aves) que aprovecharon el momento para destruir lo que es nuestro, que no terminan de entender que es también suyo, y que lo terminamos pagando no sólo con impuestos, sino con molestias por las obras, con demoras en el tráfico, con tiempo que se nos va en esperar que lo roto se repare.

Y después estaban los que tras haber cantando durante un mes "Brasil decime qué se siente" se ofendían por el frío y poco creativo festejo alemán donde caminaban agachados como gauchos...

Y así vi cómo en el fútbol estaba reflejada nuestra Argentina.

Estamos los que la amamos más allá de todo… más allá de los errores y de todo lo que tiene para corregir. Estamos los que vemos su potencial, vemos su riqueza, su belleza y nos sentimos orgullosos de ella.

Y están los que ven siempre el vaso medio vacío, imposibilitados de ver lo bueno, lo positivo, que creen y nos quieren hacer creer que lo de afuera es lo mejor. Están los que critican todo, siempre. 

Son aquellos a los que nunca les gusta el que está a cargo y siempre esperan otra cosa. Los que no pueden reconocer cuando algo se hace bien y le buscan mil y un vueltas para justificar lo injustificable.


Está el argento para el que es todo o nada. O extremo oficialista o que se vayan todos.

Está el que se queda en la historia y piensa que todo tiempo pasado fue mejor.

Están los que viven con la mirada en el afuera, admirando lo extranjero… pero al fin de cuentas nunca se van.

Y están los que a pesar de las malas rachas, siempre salen a la cancha a dejar la vida, que golpeados, heridos, agotados, siguen dando lo mejor de sí y tiran siempre para adelante...  Porque tienen fe en que se puede seguir creciendo, en que hay un futuro mejor...


Y así se fue el mundial y todo esto nos dejó…


Pero sin dudas…


Sin NINGÚN lugar a dudas…


Lo mejor que nos dejó el mundial…


LEJOS…


Fue…




El “Potro” Lavezzi.



BUENAS NOCHES!


1 comentario:

  1. muy buena nota!!! felicitaciones.
    y sin palabras sobre el bombon de Lavezzi: es simplemente hermoso.

    Carolina

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